lunes, 12 de agosto de 2019

Hablar con los peques sobre la muerte

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Los 4 años marcan a menudo la edad en la que empiezan a ser conscientes de la muerte y a obsesionarse un poco por entender lo que significa realmente.

Mi peque ató los hilos pocos meses después de cumplirlos: su caracol se murió, los dinosaurios ya no existen porque se murieron hace mucho, y un día preguntó por una foto donde salía la abuela de su papá y al decirle que murió hace muchos años fue como si encajara las piezas de un puzzle. Se giró, me miró y me dijo: "Yo no quiero que tú te mueras". Y poco después "Yo no quiero morirme nunca." Y a partir de ahí, muchas preguntas, preguntas que intentamos contestar siempre con calma y sinceridad, aunque algunas nos dieran pellizco en el estómago sólo de pensarlas. Afortunadamente, yo sabía que ese momento iba a llegar y ya llevaba algún tiempo leyendo sobre la mejor manera de ayudarle a comprender y procesar que la muerte es algo inherente al ser vivo, que antes o después todos morimos.

¿Qué fue lo que aprendí? Básicamente a tratar el tema con naturalidad. En este post os voy a hablar un poco de cómo hablar sobre la muerte con los niños cuando no la han experimentado de cerca (o la han experimentado cuando eran demasiado pequeños para entenderlo y recordarlo, como mi peque), pero también os hablaré de cómo ayudar a los peques cuando se ha producido o se va a producir un fallecimiento de alguien cercano. Aviso que no hago en ningún momento referencia a ninguna creencia religiosa. Si tus creencias en torno a la muerte están basadas en alguna religión es probable que mucho de lo que digo no resuene contigo. Como siempre, quédate con lo que te sirva y olvida lo que no.

lunes, 5 de agosto de 2019

"No te olvides de mí"

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Como hemos dicho muchas veces, el comportamiento de los peques es una forma de comunicación. Cuando llega otro bebé a la familia, el comportamiento del mayor comunica principalmente temor a perder su lugar en la familia. La teoría la tenemos clara, pero es fácil perderla de vista cuando su comportamiento nos pone a prueba. No siempre se tiene la suerte de que pongan en palabras exactamente el pensamiento que hay detrás de todos esos comportamientos que tanto nos ponen a prueba.

Ayer estaba jugando con el bebé cuando escucho la voz del peque que estaba sentado en el sofá viendo dibus a pocos metros de mí, junto a su padre y a sus abuelos:

"Mamá, no te olvides de mí."

lunes, 29 de julio de 2019

"¿Qué hago cuando mi peque de dos años quita juguetes?"

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Mi hijo tiene 2 años, es hijo único. De un tiempo para acá tiene como juego principal quitar a otros niños el juguete que ellos elijan. Pueden haber 20 juguetes pero él siempre quiere el del otro...Tanto con niños de la familia como en su centro educativo (me lo confirmó su docente). En la familia los niños son más pequeños entonces terminan en el suelo llorando porque de paso se pueden llevar un golpe. Yo intervengo de forma inmediata. Le explico que el otro lo tenía, que debe esperar su turno y lo hago que lo devuelva pero a los 2 minutos vuelve a hacer lo mismo. Me desespera un poco. Me sería más fácil abordar la situación si yo lograra comprender porque motivo es que él hace esto. ¿Alguna idea?

domingo, 21 de julio de 2019

Inseguridad y timidez en los niños pequeños

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Las etiquetas perjudican. Especialmente en los años en los que estamos formándonos como las personas que llegaremos a ser, las etiquetas encasillan y no te dejan explorar. A veces también transforman comportamientos normales y corrientes en ALGO IMPORTANTE.  Algo que podría ser simplemente una etapa, se le pone nombre y se asocia con frecuencia al peque que termina identificándose con ello hasta el punto de asumir que forma parte intrínseca de su personalidad: trasto, desordenada, malo, pegona, llorón, tímida, miedoso, mandona...

En el post de hoy nos vamos a centrar en una de las etiquetas más típicas y, quizás más limitantes, de los niños pequeños: la inseguridad y la timidez.

En el grupo de Facebook recibí hace unas semanas la siguiente consulta:

Hola, buenas.
Mi hijo de 2,3 años tiene miedo de los niños y niñas. Si estamos en el parque y se le acerca alguno, corriendo viene a esconderse en mis piernas. Si se sube a un columpio y hay algún niño que se sube también, corriendo se baja y me dice niño
La cuestión es que no se como ayudarle, valido su sentimiento y no sé si será cuestión de tiempo que se le vaya pasando o debo hacer algo. No le puedo decir que esté tranquilo porque los niños no sabemos como van a reaccionar pues son niños y él ha tenido varios episodios de que le han empujado o pegado, desde ahí sentí que empezó a tener miedo.
He estado leyendo en tu blog sobre qué quizás no les apetezca socializar o estar donde hay niños. ¿Cómo lo veis? ¿Cómo haríais? Muchas gracias de antemano

lunes, 15 de julio de 2019

Ayudar a nuestros peques a gestionar la frustración

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La frustración es uno de las emociones más difíciles de manejar. Y a la vez una de las más importantes. Si aprendemos a manejarla, la frustración puede servir para impulsarnos, porque nos señala qué cosas son importantes para nosotros. Si no, corremos el riesgo de que nos bloquee.

Los peques pueden experimentar la frustración desde bien temprano, así que es importante saber cómo apoyarles para que desarrollen una buena tolerancia de la frustración. ¿Cómo podemos ayudarles?

lunes, 8 de julio de 2019

El camino hacia la autonomía: Expectativa vs Realidad

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Tenemos la tendencia, o tal vez soy sólo yo, de esperar que cada avance en la autonomía de nuestros peques llega para quedarse en cuanto hacen algo por sí solos un par de veces: ir al baño solos, lavarse las manos sin ayuda, dormir en su cama toda la noche, quitarse o ponerse la ropa, coger su propia botella de agua si tiene sed,...

No nos engañemos, la autonomía de los peques nos hace la vida más fácil (casi siempre) así que solemos tener prisa y en cuanto vemos que se animan a dar un pasito hacia su autonomía nos agarramos a ella con inmensa alegría. Y luego llegan los pulsos y las luchas cuando aquello cambia y vuelven a reclamar nuestra ayuda o nuestra presencia: "¡pero si tú ya sabes, cariño!" Y nos desesperamos ante lo que entendemos como un retroceso. Y ellos se desesperan porque nos resistimos a hacer lo que antes hacíamos siempre. Y el problema, como casi siempre, está en las expectativas.

miércoles, 26 de junio de 2019

"Estoy aburrido"

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Internet está lleno de posts, artículos, videos, consejos, ideas de lo más variopintas sobre cómo entretener a los peques este verano. Pues bien, aquí mi aportación loquísima (a adoptar o no según creas oportuno en base a tu salud menta)l: No lo hagas, no les entretengas, deja que se aburran. O al menos, hazlo en la medida en que no te vuelvan loca a ti. Aburrirse es bueno. Aburrirse da lugar a la imaginación y a la creatividad. Los niños necesitan tener momentos de aburrimiento. Y no siempre es fácil, y suele haber resistencia pero funciona. Cuando se aburren, sus cerebros hacen magia. He aquí una conversación que tuve el año pasado con mi hijo mayor y que compartí en la página de facebook:
 

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