Hola amigas, mi marido y yo estamos llegando a desesperar y preocuparnos realmente mucho con nuestro hijo de dos años. Lleva meses en los que agrede a niños y bebé. Siempre le hemos corregido sin gritos ni castigos, intentando explicarle las cosas de la manera más sencilla posible. Poco a poco fue mejorando pero lleva cosa de dos o tres semanas con un retroceso brutal, es ver un niño y correr como un loco hacia él para darle un manotazo. Da igual que el niño o niña esté con sus padres, que esté jugando, que ni siquiera le haya mirado.... le da completamente igual. Ayer incluso pegó a dos niños de unos 10 años en el vestuario de la piscina. No le castigamos pero sí le hacemos ver que sus actos tienen consecuencias. Con el ejemplo de ayer de la piscina le dijimos que no podíamos disfrutar de la natación si él pega y no respeta a los niños. No logramos alcanzar a entender por qué lo hace, qué estamos haciendo mal, qué parte de nosotros es la que está provocando su comportamiento...
Estamos muy tristes y no vemos nada de luz al final del túnel. No sé si alguien tiene experiencias similares. Gracias por leer. Un abrazo.
Parece que estáis viviendo una situación muy estresante para todos. Así que antes de nada, para tu tranquilidad mental, quiero dejar claro una cosa: un niño de dos años no es un bully, no es un matón, y dista mucho de convertirse en uno. Pero evidentemente eso no quita que sea desagradable que nuestro peque sea "ese niño", el que siempre pega, con el que hay que tener cuidado.
Si recordáis en el post sobre ¿Por qué sigue haciéndolo si le he dicho que no mil veces? os dije que un comportamiento que se repetía una y otra vez respondía a un acto de comunicación que no estaba siendo atendido. ¿Qué puede estar comunicando este pequeñín?
De la limitada información de este post, lo que yo creo que está comunicando es "Ahora mismo no quiero estar con otros niños, no me siento preparado, me siento inseguro, necesito ayuda." Hay una corriente generalizada que dice que los niños pequeños tienen que socializarse cuanto antes mejor, que tienen que estar con otros niños, en la guarde, o el parque, o incluso a poder ser en actividades. El hecho de que mencione la natación me hace pensar en que estos padres están intentando seguir estar corriente de estimular y socializar a su hijo de forma temprana.
Magda Gerber decía: "Haz menos, observa más. Observa más, disfruta más todavía." Ella era una gran defensora de que los niños pequeños no necesitan más estimulación que la que de forma natural se da en su casa, que lo que necesitan en los primeros años es rutina y seguridad. ¿Quiere eso decir que sea malo llevar a los niños al parque o a actividades? No, lo que quiere decir es que no es necesario. Si tu hijo va a estas actividades y disfruta, puedes seguir haciéndolo. Pero si por el contrario este tipo de situaciones desencadenan en tu hijo reacciones de inseguridad como la que comenta esta mami, entonces te está diciendo que aún no es el momento. Estoy segura de que en su caso se beneficiaría enormemente de una simplificación del día a día, de una rutina sencilla, rodeado de sus figuras de apego mientras va ganando confianza en sí mismo para desenvolverse en situaciones sociales.
Está claro que hoy por hoy, las situaciones sociales le producen estrés y eso provoca esa reacción instintiva de pegar. Lo que yo recomendaría hacer en esta situación es reducir muchísimo o directamente eliminar el número de actividades sociales que hace el pequeñín, al menos durante un tiempo. No tengas miedo de que esto signifique un retraso para él. Los niños aprenden a socializarse también observando a sus padres socializarse con otros adultos. Están aprendiendo todo el rato, aunque no lo estén poniendo en práctica aún.
Cuando la situación estuviera más tranquila y el niño parezca haber recuperado la seguridad, comenzaría con situaciones en las que hubiera muy pocos niños, a ser posible sólo uno, y me encargaría de permanecer todo el tiempo cerca de los niños para poder bloquear cualquier intento de golpe entre los pequeñines. No necesita que le expliques que pegar no está bien, eso ya lo sabe, lo que necesita es que le "prestes" tu capacidad de controlarlo hasta que sea capaz de controlarse por sí mismo. Que le proporciones oportunidades para aprender herramientas sociales de forma segura para todos. El objetivo sería proporcionar al niño una experiencia social positiva sobre la que reconstruir su confianza. Según se le fuera viendo más cómodo en estas situaciones podríamos retomar otras actividades, pero siempre observando las reacciones del pequeño por si nos está diciendo que no está preparado para eso aún, o simplemente que ese día no le apetece estar con gente. No se trata de "castigarlo" sin actividades porque pega, sino de entender que pega porque está intentando comunicarte que no quiere hacer esas actividades y de respetar que efectivamente no está preparado.
Por regla general, un niño que pega de forma muy repetitiva necesita a un adulto cerca que esté preparado para bloquearle, si no es posible entonces es mejor que se evite esa actividad durante un tiempo, hasta que el peque sea un poco mayor y tenga algo de autocontrol. Lo importante es evitar que el niño se encasille en el rol de matón, o pegón, y que eso retroalimente esa inseguridad y esa agresividad que está mostrando ahora.
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¡Mil gracias por leerme!
¡Feliz Crianza!
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