Mucha gente encuentra la solución a esto poniéndole dibujos. La poderosa atracción de la pantalla hace que sea suficiente. Pero tal vez estamos intentando reducir el tiempo que pasa nuestro hijo frente a la pantalla. Tal vez preferiríamos que estuviera ocupando su tiempo en actividades más productivas y creativas. Otros prefieren hacer al bebé partícipes de las tareas, que es una idea estupenda, especialmente si no tienes prisa. Pero a veces preferiríamos poder hacer lo que sea a nuestro ritmo y agradeceríamos que el peque quisiera quedaré jugando aunque fuera media hora.
Lo ideal sería prevenir desde bebés y evitar caer en "la trampa del entretenimiento" como lo llama Janet Lansbury, siendo conscientes de que los bebés no se aburren y que si les damos la oportunidad son capaces de desarrollar amplísimos periodos de concentración y de juego independiente. Pero si nos encontramos en el aquí y ahora de un niño pequeño que no sabe entretenerse solo y nos reclama para todo, ¿qué podemos hacer?