jueves, 26 de enero de 2017

Lo bueno y lo malo del cachete según la ciencia


Hace unos meses se publicó un meta-análisis científico que analizaba los resultados de 75 estudios realizados a lo largo de 50 años con más de 160,000 sujetos sobre las consecuencias del castigo físico como parte de la disciplina de los niños. Un meta-análisis es la madre de los estudios científicos. Básicamente se trata de tomar todos los estudios que tienen un tema en común y analizar sus resultados para ver si son consistentes o no. Se han realizado varios meta-análisis sobre el tema del castigo físico, pero el publicado por Elizabeth Gershoff, de la Universidad de Texas, y Andrew Grogan-Kaylor, de la Universidad de Michigan, en Abril de 2016 es el más completo hasta la fecha, y además se ha centrado en resolver algunos problemas en concreto que se habían presentado en los meta-análisis anteriores.


Uno de los problemas que intenta resolver este meta-análisis es el hecho de que muchos estudios meten en el saco de los "castigos físicos" tanto a los métodos más "suaves" y comunes (los cachetes, también llamados "tortazo", "nalgada", o "azotes") como otros métodos más severos (como las bofetadas o los azotes con algún objeto, como un cinturón, una paleta, una regla). Estos estudios tenían conclusiones muy tajantes sobre los enormes perjuicios que los castigos físicos causaban a los niños, pero había quien decía que las conclusiones estaban contaminadas porque la intensidad de los métodos analizados juntos eran demasiado dispares. En base a esto, decidieron analizar sólo estudios sobre el uso y las consecuencias de los cachetes, exclusivamente. Es decir, golpes con la mano abierta realizados sobre las nalgas, las manos, y los brazos. Lo que muchos considerarían la forma más "benigna" de castigar físicamente. Los que algunos llamarían "pegar lo normal".

El otro problema estaba en la metodología de los estudios analizados. Algunos analizaban las características de un grupo de niños de la misma edad e intentaban establecer relaciones entre ciertos factores y el hecho de si habían sido castigados físicamente o no, de qué forma, con qué intensidad, y con qué frecuencia, lo cual presentaba la duda de si los niños que habían sido castigados físicamente presentaban problemas de comportamiento a causa de los golpes, o si habían recibido castigos físicos precisamente porque presentaban ya problemas de comportamiento. Al no tener en cuenta la evolución de los niños era muy difícil concluir si había sido antes el huevo o la gallina. También se elevaban dudas sobre otros aspectos de la metodología de algunos estudios, como el número de individuos estudiados, la predisposición de los padres hacia un resultado u otro, la dificultad para establecer un grupo de control. Este problema, más difícil de solucionar que el anterior, se ha intentado solventar incluyendo estudios que utilizan distintas metodologías, tanto seccionales (un grupo de individuos de la misma edad) como longitudinales (un grupo de individuos a lo largo de una serie de años), y han observado si los resultados son consistentes entre todos ellos o si hay grandes variaciones.

Si queréis ver el estudio por vosotros mismos, podéis descargarlo en este enlace. Aviso de que es la publicación original, con lo que está en inglés. Es difícil entender algunos de los términos utilizados en el estudio, hay fórmulas matemáticas que explican cómo han calculado las diferentes variables que no tengo ni idea de qué significan, así que vamos a ir directamente a las conclusiones que es lo que nos importan a los profanos en la materia:


- Obediencia inmediata: se encontró cierta asociación entre los cachetes y la obediencia, en el sentido en el que los niños a los que se castigaba físicamente tendían a obedecer más y más rápidamente. Sin embargo se encontró que la efectividad iba disminuyendo con el tiempo, y en ciertos casos se observaba cierta tendencia a actitudes desafiantes por parte de los niños que eran castigados físicamente.

- Internalización moral: Se observó una relación consistente entre una baja internalización moral y el uso del cachete como forma de disciplina. Esto es, se observaba que los niños decidían si algo estaba bien o mal en base a si le pegarían por ello o no, en lugar de decidirlo en base a valores morales intrínsecos.

- Agresividad infantil: Se observó un mayor riesgo de agresividad infantil en niños a los que se había castigado físicamente. Esto se cree que está producido por el hecho de ver al adulto utilizar el cachete como forma de conseguir lo que quiere o de castigar a otros, con lo que para el niño queda validado como herramienta.

- Comportamiento antisocial infantil: de los 9 estudios que analizaban este posible resultado de los cachetes como herramienta para disciplinar, 8 dieron resultados negativos y uno dio resultados inconcluyentes. Concluye por lo tanto que el uso del cachete está asociado con un mayor riesgo de comportamiento antisocial en la infancia.

- Externalización de problemas de comportamiento infantil: La externalización es un proceso psicológico por el cual se busca una forma de representar la propia parte negativa como ajena a nosotros mismos. En este caso podría significar inventar seres imaginarios, o acusar a otras personas, como culpables de los actos que pueden provocar que le castiguen físicamente. El 100% de los estudios que analizaban este factor concluye que el uso de los cachetes como forma de disciplina está asociado con un mayor riesgo de externalización de problemas de comportamiento infantil.

- Internalización de problemas de comportamiento infantil: La internalización es la otra cara de la misma moneda que la externalización. Es el proceso por el cual el niño asume su comportamiento como parte inherente de su personalidad y de su forma de ser. Es la asunción de las etiquetas, del creerse un niño malo porque hace cosas malas. De los 8 estudios analizados, 7 concluyeron que había una relación directa entre el uso de los "cachetes educativos" y un mayor riesgo de internalización de comportamiento infantil.

- Problemas de salud mental en la infancia: El 100% de los estudios analizados (10) observaron una relación directa entre el uso del cachete y un mayor riesgo de problemas de salud mental en la infancia.

- Abuso de alcohol y otras sustancias en la infancia: Este factor fue analizado en tan solo tres estudios, de los cuales dos observaron relación entre el uso del cachete disciplinatorio y un mayor índice de consumo de alcohol y otras sustancias en la infancia.

- Relación progenitor-hijo: El 100% de los estudios que analizaban esta variable concluyeron muy tajantemente que el uso del cachete como forma de castigo físico está directamente relacionado con un mayor riesgo de desarrollar una mala relación padre-hijo.

- Capacidad cognitiva: De los 8 estudios analizados se observó una relación entre el uso del "cachete educativo" y un mayor riesgo de problemas en la capacidad cognitiva de los individuos estudiados en 6 de ellos.

- Autoestima: El 100% de los estudios analizados observaron una relación entre el cachete y un aumento de riesgo de autoestima baja en los individuos estudiados.

- Autorregulación: La autorregulación se define en psicología como la capacidad de ejercer control sobre nuestras propias respuestas para perseguir metas y vivir de acuerdo con normas. Está asociado con la autodisciplina. El 100% de los estudios que analizaban este factor encontraron una relación entre el uso del cachete disciplinatorio y un mayor riesgo de presentar baja capacidad de autorregulación.

- Convertirse en víctima de abuso físico: Este es el factor en el que los estudios presentan datos más concluyentes. El 100% de los estudios analizados observaron una asociación directa y muy elevada entre el uso del cachete y un mayor riesgo a sufrir abusos físicos por parte de los niños. Esto se explica porque los padres que utilizan los cachetes tienen también mayor probabilidad de utilizar también otras formas de castigo físico que sean constituyentes de abuso.

- Comportamiento antisocial en la adultez: El 100% de los estudios que analizaban este factor observaron un mayor riesgo de comportamiento antisocial en adultos que habían sido disciplinados mediante el uso del cachete en su infancia.

- Problemas de salud mental en la adultez: De los 8 estudios analizados, 7 concluían que había relación directa entre un mayor riesgo de problemas de salud mental en adultos a los que se les había castigado físicamente por medio del uso del cachete en su infancia.

- Abuso de alcohol y otras sustancias en la adultez: De los 4 estudios que analizaban esta variable, 3 de ellos encontraron cierta relación entre el uso del cachete y un mayor riesgo de abuso de alcohol y otras sustancias en la adultez.

- Apoyo al castigo físico en la adultez: El 100% de los estudios analizados concluían que había una relación directa entre haber sufrido castigo físico en la infancia y apoyar o utilizar el castigo físico como forma de disciplina al llegar a la adultez, a menudo utilizando y justificándolo con los propios hijos perpetuando de esta forma la utilización del cachete como herramienta de disciplina.

En resumen:



Los cachetes como herramienta de disciplina tienen el efecto deseado de obtener obediencia inmediata, pero este efecto se ve disminuido con el tiempo. Como contraprestación, los cachetes aparecen significativamente asociados a un mayor riesgo de una internalización moral baja, una mayor agresividad infantil, comportamiento antisocial en la infancia, externalización e internalización de problemas de comportamiento, problemas de salud mental, relación negativa con los padres, menor capacidad cognitiva, menor autoestima. La conclusión más firme era la que asocia el uso del cachete con un mayor riesgo de abuso físico: los padres que más utilizan los cachetes tienen también mayor riesgo de caer en otras formas de castigo físico que son constituyentes de abuso.

De las consecuencias que tienen los cachetes en la adultez, tres de los cuatro efectos analizados aparecen como significativamente asociados al uso del cachete como forma de disciplina: comportamiento antisocial en la adultez, problemas de salud mental, y apoyo al castigo físico. Lo cual sugiere que los efectos del uso de los cachetes en la infancia tienen efectos duraderos en el tiempo. Sin embargo, el estudio afirma que hacen falta más estudios longitudinales para poder analizar estos efectos en mayor profundidad.

Para que nos entendamos:

Imagina que vamos al pediatra para consultar un problema de salud que tenemos con nuestro peque, uno que no es cuestión de vida o muerte pero que nos complica el día a día. El médico nos receta un medicamento y nos dice que el medicamento va a resolver el problema de forma inmediata, pero continúa diciendo:

"Tengo que advertirte de que es posible que notes que con el tiempo este medicamento le va dejando de hacer efecto. Es normal, no te preocupes, el cuerpo va produciendo tolerancia y para que funcione es posible que tengas que aumentar la dosis, hasta que llegue un momento en que no hará efecto ninguno. Por otra parte, la ley me obliga a avisarte de que hay cierto riesgo a tener un gran número de efectos secundarios, algunos bastante graves. Pero ya sabes, que haya riesgo de algo no significa que a tu hijo le vaya a pasar, ¿verdad? Cruzaremos los dedos para que a tu hijo no le toque pasar por ninguno. Total, yo me lo tomé y a mí no me ha pasado nada."

¿Le darías el medicamento? ¿Te arriesgarías a darle algo a sabiendas que el efecto es limitado y que trae consigo un montón de efectos secundarios? ¿O buscarías una segunda opción?

Y si alguien te dijera, "Hey, yo conozco otra solución a ese problema. Tarda más en hacer efecto, y es un poco más difícil de aplicar pero los resultados perduran y no tiene efectos secundarios." ¿Lo intentarías?

El castigo físico es perjudicial. Esto está ya científicamente demostrado. Podéis argumentar todo lo que queráis a su favor, pero la ciencia está en vuestra contra. Defender el castigo físico porque a vosotros os pegaron y habéis salido bien es, además de cuestionable, como defender el consumo de tabaco porque vuestro abuelo fumó toda la vida y vivió 105 años. La ciencia ha hablado y es el momento de que toméis decisiones firmes.

Se puede criar a un hijo con límites y sin violencia. Es posible. Muchas familias ya lo están haciendo, algunas desde hace mucho tiempo. Buscad herramientasformaos como padres. No hay ninguna excusa para seguir utilizando una herramienta que va a causar daños a la larga.

Romped ya con el círculo de violencia.



Quiero seguir formándome para poder ayudaros más y mejor pero los cursos de crianza son muy caros. Si te ayudan mis posts y quieres que siga trayendo contenido de calidad, ahora puedes ayudarme haciendo una pequeña donación. ¡Muchísimas gracias!


Si tienes alguna pregunta o comentario que hacerme, o si tienes algún truco o sugerencia más que quieres aportar puedes hacerlo a través del blog, de la página de Facebook o de la cuenta de Instagram. Y si te ha gustado la entrada o crees que podría ayudarle a alguien que conoces COMPARTE.


¡Mil gracias por leerme!

¡Feliz Crianza!

6 comentarios:

  1. Este estudio es maravilloso. Sirve para que muchos padres rompan la cadena del maltrato. Unicamente discrepo en que se catalogue la "ibediencia inmediata" como un factor positivo, como bien dice el psicólogo Álvaro Pallamares "la obediencia es demasiado amigas de la esclavitud como para ser una virtud" y más alla de eso se ha comprobado que los niños sumamente obedientes son más propensos al abuso sexual infantil debido a que se les ha enseñado a que deben obedecer ciegamente a cualquier adulto aunque tenga malas intenciones, entre muchas otras razones.
    Gracias por resumir este valioso estudio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo. El estudio en sí no lo tilda de positivo, sino de que es favorable a lo que los padres pretenden con el uso de esa forma de disciplina. Es más bien una forma de decir, consigues lo que quieres si lo que quieres es que te obedezcan, pero mira todo lo que trae consigo esa pequeña victoria. Este post lo he escrito pensando en gente que no sigue la crianza respetuosa, por eso está escrito en ciertos términos pensados en atraerlos, desde el título que habla de "lo bueno" hasta el hecho de nombrar "obediencia" como algo positivo, porque para ellos lo es. Doy por hecho que la gente que me lee normalmente esto lo sabe, la idea es dar a conocer el estudio y dar argumentos cuando algunos de nosotros se encuentre en una de esas discusiones de "a mí me pegaron y gracias a eso soy respetuoso" que tan frustrantes son. Normalmente no sirve de nada compartir datos con ellos porque no quieren ver, pero a veces nos encontramos con alguien dispuesto a cambiar, y sólo por eso ya merece la pena. Gracias por comentar! :)

      Eliminar
  2. Este artículo es maravilloso, no dejas ni un cabo suelto! Muchas gracias por poner en orden tantas ideas. Seguiré leyéndote :)

    ResponderEliminar
  3. Gracias por la ayuda... Dios ayúdame a cambiar...

    ResponderEliminar
  4. Gracias x este hermoso artículo, mi padre le pegaba mucho a mi hermano y yo sufría c el. Y eso trajo malas consecuencias en mi hermano! Jamás puede hacer bien resolver algo c violencia! Siempre trae malos efectos! El ejemplo del medicamento lo resume excelente

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
 

Mis artículos de crianza favoritos Copyright © 2012 Design by Ipietoon Blogger Template